27 nov 2017

TRIBUTOS QUE FINANCIAN AL ESTADO VIENEN DE LA ÉPOCA NEOLIBERAL

La autoridad dice que el Gobierno no reformó el régimen económico financiero heredado. Plantea que gobernaciones accedan a la coparticipación tributaria.
Lunes, 27 de noviembre de 2017 (Pagina Siete).-
Fabián Yaksic,  director del Servicio Departamental de Autonomías, dice  que los impuestos y regalías con los que hoy se financia el Estado Plurinacional provienen del Estado Neoliberal, porque  el Gobierno no hizo ninguna reforma  al régimen económico financiero heredado.
¿Por qué es necesaria una redistribución  en el pacto fiscal?
Es grave lo que sucedió con el régimen económico financiero que heredamos de los últimos 30 años. El régimen neoliberal estableció las bases del régimen tributario que no fue  modificado un ápice en los   once años del Gobierno.
Aquello implica que todos los impuestos, regalías, con los cuales hoy se financia el Estado Plurinacional vienen del Estado Neoliberal. Esa es la paradoja de este proceso, que decidió no cambiar nada de lo de antes, porque le ha convenido, porque antes  había un concepto centralista de manejo de recursos.  El Gobierno no hizo ninguna reforma a ese régimen económico financiero.
¿Cómo se origina  el artículo del  pacto fiscal en la Ley Autonómica?
Queda  para la historia. En esa época cuando discutíamos la ley, yo era diputado, el 2010. Y con el senador Germán Antelo de Santa Cruz y otro legislador logramos introducir  una disposición transitoria. Dijimos: “Como no hay régimen económico financiero en la Ley Marco de Autonomías, trabajemos un pacto fiscal, para que a los seis meses del nuevo censo, debatamos”. De ahí viene.
¿Cuál es la principal asimetría que se identifica? 
Las gobernaciones son el único nivel del Estado que hoy recibe menos recursos de transferencias (impuestos y regalías) que hace 11 años, a diferencia del nivel central (que pasó de recibir 12.000 millones en 2006 a 35.000 millones de bolivianos en 2016), de las autonomías municipales (que pasaron de 4.800 millones  en 2006 a  14.000 millones el 2016) y la autonomía universitaria (que pasó de 1.500 millones a 3.500 millones).
Las nueve gobernaciones, y ahí está el eslabón más débil en términos de transferencia de recursos, el año 2016 recibieron 4.800 millones de bolivianos y el 2016, 4.700 millones. El 2017 ya es más grave: ha bajado a 4.400 millones.
¿Por qué se dio aquello?
Hicimos un análisis de lo que pasó con el IDH, primer factor de distorsión asimétrica. El 2008 empieza a notarse la diferencia en la percepción de recursos, por ejemplo, vertical entre municipios y gobernaciones. Hasta  2007, las  gobernaciones y los 300 municipios de esa época recibían más o menos la misma cantidad de recursos. Pero en  2007 se cambió -vía decreto - la fórmula de distribución del  IDH. Las gobernaciones de recibir el 57%, bajaron al 24%; los municipios subieron de 34,4% a 67% y las universidades se mantuvieron.
La otra fuente que marca estas diferencias es que el nivel central, universidades y municipios cuentan con  recursos de coparticipación tributaria, una de las fuentes más sostenibles en el tiempo.  Las gobernaciones no participan en un sólo boliviano sobre esa coparticipación.
¿Qué asimetrías entre gobernaciones se detectaron?
En 2014, año en que más recursos recibimos todos los niveles del Estado, del 100% de regalías  a las gobernaciones, el 52% se transfirió a Tarija, por el peso de las regalía hidrocarburífera. Beni recibió por regalías 5,2% y La Paz, 3,1%, por ejemplo. Uno dirá, pero Beni no es productor de hidrocarburos, pero extrañamente Beni y Pando se beneficiaron con el 1% de las regalías. Eso le permite subir en cantidad de recursos.  La Paz no contó con esa posibilidad, pese a que la Constitución dice  que los departamentos no productores de hidrocarburos deben recibir un porcentaje. Eso  no se cumple y es un tema   pendiente que lo pusimos en la carpeta de negociación.
En el momento del auge, Tarija recibió casi 4.000 millones de bolivianos por regalías. Santa Cruz, 1.400 millones; Potosí, 873 millones; La Paz, 625 millones de bolivianos…   ¿En términos de porcentaje qué significa eso? La Paz tiene el 27% de la población del país - es el departamento más habitado, según el censo- y el 2014 recibió sólo el 6% de los recursos transferidos a las gobernaciones.  Tarija concentró el 41%, siendo que su población no llega al 5%. Cuando divides esto en per cápita, La Paz recibió 230 bolivianos; Tarija, 8.200 bolivianos; y Beni, 1.500. Ahí están las asimetrías.
¿El IDH que recibe La Paz qué le  permite financiar?
El IDH se evaporó. Por leyes nacionales se va casi 85% de los recursos del IDH (cofinanciar la Renta Dignidad, seguridad ciudadana, pago de prediarios, luz, agua de cárceles, etc). ¿Qué le queda a la gobernación para ejecutar sus competencias? El 15%. En esas condiciones, la gobernación  tiene enormes dificultades para poder mínimamente ser protagonista del desarrollo del departamento.
¿Hay un  cálculo de cuánto requiere  La Paz cada año?
Establecimos la necesidad de una agenda que vaya paso a paso con los objetivos de desarrollo sostenible de las NNUU hacia el 2030. En La Paz requeriríamos al 2030 alrededor de 22.000 millones de bolivianos, mínimo, para gatillar su desarrollo.  ¿Cuánto tenemos? Con el  techo presupuestario actual, que es más o menos cada año en promedio 300 millones de bolivianos para inversión pública, tendríamos 3.400 millones para 2030. ¿Cuánto necesitamos? 18.000 millones adicionales. Lo mínimo que necesita La Paz es 1.000 millones  adicionales cada año.
¿Qué propone La Paz para lograr  más recursos?
La Paz no puede renunciar a la coparticipación tributaria. El pacto fiscal no se cerró. El 10% de coparticipación tributaria para las gobernaciones, que propone nuestro gobernador, es más o menos emulable al 11% de regalías para Santa Cruz que le significó desde la década del 50, 60 una inyección de recursos importantes.
HOJA DE VIDA
  • Perfil  Fabián Yaksic es paceño. Tiene Diplomado en Gobernabilidad y Gerencia Política.
  •  Trayectoria   Fue viceministro de Descentralización, diputado uninominal.
  •   Libros     Es autor de Interpelación silenciosa del voto blanco y nulo, y Asamblea Legislativa Plurinacional.